La sesamoiditis es la inflamación de los huesos sesamoideos y del cartílago que los envuelve. En los seres humanos se produce en la parte inferior del pie, justo detrás del dedo gordo del pie.

Los sesamoideos son 2 huesos que se encuentran debajo de la cabeza del primer metatarsiano, a nivel del primer dedo, con forma redondeada/ovalada.

Su función principal es la de aportar estabilidad al primer metatarsiano cuando este realiza el despegue durante la fase de la marcha, facilitando el despegue del antepie. Por este motivo, el paciente con sesamoiditis puede ver alterada su marcha.

La sesamoiditis es una lesión bastante frecuente en bailarinas y corredores de fondo, debido a que recibe muchos impactos y presión repetida, provocando la inflamación.

Se trata de una lesión debida al sobreuso y sobrecarga.

Los huesos sesamoideos pueden llegar a fracturarse, por esa fatiga o sobrecarga. En ese caso, estamos ante una fractura de por estrés.

Causas de la Sesamoiditis

La lesión de los huesos sesamoideos se debe a que reciben mucha carga repetida, entre otros, por:

• Actividad deportiva: bailarinas, corredores, que en su actividad realizan mucha carga y frecuente durante el antepié
• La morfología del pié también influye en la aparición de la sesamoiditis
• El tipo de calzado: tacones altos y con suelas duras
• Pies cavos
• Un primer metatarsiano rígido y en posición de plantar flexion
• El acortamiento de gemelos

Los Principales Síntomas de la Sesamoiditis

Los síntomas principales de la sesamoiditis son el dolor y la rigidez en los dedos de los pies que aumenta con la presión y al andar o correr.

Se observará como el el paciente adquiere una marcha antialgica plantígrada o de despeque por el borde externo del pie porque, para evitar el dolor, pretende evitar apoyar los huesos sesamoideos en el suelo.

El dolor cede cuando no se apoya el pie.

El Tratamiento de la Sesamoiditis

El tratamiento consiste en controlar y eliminar la inflamación, utilizando antiinflamatorios, hielo local, técnicas de fisioterapia como los ultrasonidos, vendajes de descarga e incluso plantillas con elementos de descarga.

Cambiar el calzado, utilizando un tacón bajo y con suela blanda

Si las medidas conservadoras fracasan se pueden realizar infiltraciones guiadas por ecografía. El ecógrafo nos guiará al punto exacto de la lesión (en lugar de a la ‘zona’) haciendo el tratamiento mucho más efectivo por la precisión de la infiltración.

Se puede realizar, excepcionalmente, una cirugía de extirpación quirúrgica del sesamoideo afecto.

Cuando se trata de piés cavos se tendrá que abordar dicha alteración biomecánica.

En caso de alargamientos de gemelos, ocurre igual que con los pies cavos.

Artículo de: Dr. Álvaro Iborra
Podología | Cirugía de Tobillo y Pie