Plantillas o Soporte Plantar Estudio Biomecanico de la Pisada

El corredor está cada vez está más familiarizado con su uso y probablemente sea el que más valore su utilización, precisamente por ese binomio entre mala pisada y lesión.

Se ha escrito mucho sobre los diferentes tipos de plantillas, plantillas ortopédicas, plantillas de descarga, plantillas de silicona, plantillas  de sorbothane, plantillas de neopreno…, lo cierto es que a menudo muchos corredores cuando empiezan a sentir dolor, acuden a tiendas y grandes superficies a comprar plantillas que incrementen el índice de amortiguación, convencidos de que ello tendrá un efecto positivo para su problema.

Desgraciadamente las cosas no son tan simples y un buen tratamiento ortopodológico pasará por el diseño y adaptación de un soporte plantar personalizado, cuya función principal será la armonización de todo el aparato locomotor y el control de movimiento, ya que la mayor parte de las lesiones son consecuencia de un mal apoyo plantar y el exceso o disminución de la movilidad del pie.

  • La amortiguación ya la ofrece, en mayor o menor medida, la mediasuela de las zapatillas, por tanto el efecto principal del soporte plantar será el de modificar la pisada, para que esta sea más funcional.
  • El soporte plantar deberá tener la suficiente consistencia para sostener y estabilizar el pie pero sin ferulizarlo, respetando cierto ballesteo a nivel de su bóveda y optimizando su despegue del suelo.
  • Este difícil equilibrio entre rigidez y amortiguación lo conseguimos normalmente con soportes plantares laminados tipo sándwich, formados por diversas capas de materiales de distinto grosor y densidad, cuyo conjunto proporcionará el efecto desea.

 

El tema de las plantillas sigue siendo un aspecto controvertido y creo que falta aún mucho camino por recorrer y se echa de menos un protocolo de actuación y clasificación sobre los diferentes tipos de plantillas adaptables a las diferentes especialidades deportivas. Los podólogos representamos un colectivo pequeño en número, aunque hemos crecido mucho en las últimas décadas con el auge de las escuelas universitarias de ámbito público y privado. Existen diversas teorías y formas de tratar al deportista y aunque los caminos sean distintos, quizás el secreto de un buen tratamiento ortopodológico resida no tanto en cuanto al tipo de plantilla, sino a la realización de un diagnóstico adecuado dentro de un marco real y aplicar la medida terapéutica mas acorde con cada caso determinado.

Se habla mucho sobre la dureza de las plantillas para los pies, para unos mejor blanda, para otros sin duda rígida…, personalmente creo que todo puede ser útil si consigue el objetivo perseguido, que no es otro que el modificar situaciones anatómicas erróneas que condicionan una dinámica de carrera defectuosa y dicho así parece muy sencillo pero realmente no lo es, entre otras cosas porque el corredor suele acudir a nuestra consulta cuando ya está lesionado y por tanto ya ha establecido patrones de compensación, casi siempre para huir del dolor o la molestia.

Por otra parte los errores anatómicos suelen venir determinados desde la infancia y el cuerpo ha ido realizando compensaciones y adaptaciones para sacarle el “máximo partido a lo que tiene”. Creerme que conjugar todo esto y tratar de asimilarlo en media hora de consulta no siempre es tarea fácil, si bien los años de experiencia nos van allanando el camino.

Y por último un tratamiento que en buena lógica le funciona de maravilla al 95 % de los corredores, no sabemos la razón por la que no le va bien al resto del porcentaje, afortunadamente hablamos de una estadística asumible pero no por ello deja de inquietarnos y nos esforzamos cada día en llegar al 100 % de éxitos terapéuticos.

El retorno del corredor tras una lesión. Plantillas o Soportes Plantares.

El retorno del corredor a la actividad dependerá de: 

  • Antigüedad de la lesión
  • Tipo de lesión
  • Patologías previas
  • Edad
  • Carga de entrenamiento y competición
  • Tipo de zapatilla
  • Estilo de vida
  • Disposición a asumir el tratamiento
  • Adaptación al soporte plantar
  • Estado de estrés y ansiedad

 

Desde luego un problema añadido es el estrés que normalmente acompaña al corredor lesionado y que no ayuda mucho a su curación. Al igual que la carrera aporta una importante carga de endorfinas, substancias orgánicas que aportan al sujeto plenitud y felicidad, cuando este cae lesionado tiene lugar un verdadero síndrome de abstinencia, precisamente por la caída o déficit en la producción de estas endorfinas. Es entonces cuando el corredor se siente triste y desmoralizado y busca a veces de manera obsesiva el momento de volver a correr.

Muchos corredores someten su cuerpo a verdadero sobreentrenamiento, buscando ritmos y rodajes propios de corredores de alto nivel, que se lo pueden permitir por formar parte del selecto grupo de corredores de élite y eso sin duda pasa factura en forma de lesión.

Lo ideal es que cada corredor adapte su carga de entrenamiento a su capacidad real para asumir ese esfuerzo y para ello le será de gran ayuda el criterio del entrenador, las recomendaciones de los diferentes profesionales de la salud y también sus propias sensaciones, sobre todo cuando estas son fruto de la experiencia y buen feeling.

Artículo de: Dr. Ángel de la Rubia
Podología Deportiva | Estudio Biomecánico de la Pisada

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