El Mobbing se puede definir como el amo­tinamiento readivo y agresivo de  los  individuos (quejas  y reproches que en el ámbito laboral  emiten  los  que  se sienten atacados). En el ámbito sociosanitario, es el profesor H. Leymann en la década de los 80 quien habla del Mobbing y lo conceptúa y define como el contínuo y deliberado maltrato que recibe un trabajador por parte de los jefes o de los otros trabajadores para conseguir su destrucción psicológica y obtener su salida de la organización.

Desde  el punto de vista psicopatológico, la víctima  actúa como  un protector del resto de los trabajadores. los sujetos amedrentados se convierten en dóciles seguidores del agresor para de esta forma asegurar su supervivencia en el trabajo.

Si algo caracteriza y diferencia al Mobbing de los enfrenta­mientos que  en todo  trabajo  se pueden producir, es que  las acciones  son  deliberadamente hostiles y se llevan a cabo  de forma encadenada y continuada. El objetivo es la destrucción y salida de la organización de la víctima y cuenta con la permisivi­dad, o, cuando menos, pasividad del resto de los trabajadores.

El Mobbing se puede traducir por acoso,  hostigamiento  e  incluso algunos  llegan a hacerlo equi­parable o sinónimo de psico- terrorismo laboral. llámese como  se llame, lo  caracte­rístico es que  el sujeto se convierte en blanco o diana  del grupo laboral al que pertenece,    siendo sometido  por   este,  o  por alguno  de  sus miembros,  a una  persecución  que  le  va a generar   trastornos   físicos   y/o psíquicos.

Leymann  (1996)  definió y sistematizó  su diagnóstico en base a los siguientes criterios: «una persona  o un grupo de per­sonas que ejercen una violencia psíquica extrema,de forma sis­temática y recurrente (al menos, una vez por  semana y durante más de 6 meses), sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la  finalidad de destruir sus vías de  comunicación y su reputación, o bien, perturbar su actividad  laboral, con  el objetivo de que  abandone su puesto de trabajo».

El profesor Ignacio Piñuel (2000) considera que el Mobbing tiene  como  finalidad intimi­dar, apocar, reducir, aplanar, amedrentar y consumir emo­cional e intelectualmente a la víctima, con vistas a eli­minarla de la organiza­ción o bien a satisfacer la necesidad insaciable de agredir,controlar y destruir del hostigador».

La Fundación  Europea para la Me jora de las Condiciones de Vida y Trabajo estima que el porcentaje de Mobbing es del 9%, y el Proyecto  de  Opinión de  la  Comisión de Derechos  de  la Mujer  e  Igualdad de  Oportunidades  para  la  Comisión  de Empleo y Asuntos  Sociales, aunque  no dan porcentajes sí esti­ man que es una situación más padecida por  las mujeres, aspec­ to este en el que coincide el Dictamen del Comité Económico y Social Francés (2001), considerando a las mujeres de más de 40 años las más afectadas.

Ahondando en estos  datos, M. F.  Hirigoyen calcula  que  el Mobbing lo sufren el 70% de las mujeres a lo largo de su carrera laboral, sobre  todo  minorías  raciales. Por  último, uno  de  los mayores expertos en este tema de nuestro país, como es l. Piñuel, constata cifras parecidas  en este caso con predominio ligero de hombres.

Consecuencias del Mobbing

El Mobbing puede producir problemas o consecuencias  a diferentes  niveles  que  van desde  el ámbito personal hasta el laboral, pasando por  el social e incluso también  por  el empre­sarial. A efectos prácticos hemos resumido en los epígrafes que vienen a continuación las consecuencias más llamativas y de mayor relevancia.

Consecuencias Personales del Mobbing

Alteraciones psiquiátricas  y psicopatológicas  entre  las  que se encuentran las siguientes:

– Trastornos de ansiedad.
– Trastornos depresivos.
– Trastornos   por   abuso- dependencias de sus­ tancias.
– Otras alteracio­nes psiquiá­tricas (psi­cosis reactiva,  trastornos  sexuales, trastornos alimentarios, etc.).

Dichas alteraciones pueden llegar a constituir procesos  cró­ nicos de evolución tórpida si no se tratan con celeridad.No obs­ tante el impacto  y evolución sintomática depende básicamente de cuatro  factores que resumimos a continuación:

1. Grado de control percibido: aquellas personas que tienen lo que se llama locus de control externo (es el entorno quien influye decisivamente) son más vulnerables que las que tienen un locus de control interno (soy yo quien deci­do).
2. Predicibilidad de los ataques: si la situación de crisis  se puede  prever, lógicamente ello permite adoptar  determi­nadas precauciones que no se pueden poner en marcha cuando la actuación de acoso se realiza por sorpresa.
3. Esperanza percibida de mejoría: cuando existe la vivencia de que la actuación puede cambiar las posibilidades de afectación psicopatológica disminuyen de forma importante. Uno de los aspectos más negativos del Mobbing es no ver el ‘final del túnel’.
4. Apoyo del entorno extralaboral: el apoyo familiar y de los amigos es de radical importancia y decisivo para disminuir la afectación que una situación de acoso laboral puede producir.

Consecuencias Laborales del Mobbing

Cuando hay una situación de hostigamiento o acoso esto se de ja notar en el puesto de traba jo y en la actividad  productiva, creándose  una serie de problemas que vamos a resumir:

• Mal ambiente de trabajo
• Mala calidad y cantidad de trabajo
• Disminución de la creatividad
• Pérdida de la motivación y del interés
• Despreocupación por los clientes
• Aumento del absentismo y de las bajas laborales
• Aumento de las consultas al servicio médico
• Aumento de los accidentes de trabajo: desatención, negligencia, descuidos voluntarios…

El Mobbing  también  puede  dar lugar a alteraciones sociales importantes y que  repercuten no sólo en el medio inmediato donde se producen sino  también en el colectivo social que  lo rodea, aunque dichas  circunstancias se perciban en  un  plazo más largo. Entre ellas están las siguientes:

– Pérdida de trabajo y de población activa.
– Incremento del gasto debido a las bajas y a las jubilaciones anticipadas.
– Aumento del gasto sanitario y sobrecarga  de estos servicios.
– Atribución negativa al trabajo

Consecuencias Empresariales del Mobbing

Por último e íntimamente unidas a las repercursiones laborales estarían las consecuencias para la propia empresa. En ese sentido habría que destacar los siguientes puntos:

• Disminución de la eficacia y el nivel de atención de los clientes
• Disminución de la calidad/cantidad del producto final.
• Efectos sobre la imagen y credibilidad de la empresa.
• Disminución del número de clientes.

Trastornos de Ansiedad derivados del Mobbing

Empecemos por aclarar que la ansiedad es un mecanismo fisiológico que todos poseemos y que nos permite enfrentarnos a los avatares y problemas que nos presentan las diferentes circunstancias vitales. Pero cuando deja de ser un mecanismo de adaptación y de respuesta, nos bloquea y se convierte en una enfermedad.

La ansiedad como enfermedad es miedo ‘ante la nada’, en contraposición al miedo que aparece ante un peligro o amenaza real.

Biológicamente se trata de un estado de alertización frente a una «amenaza» que prepara al organismo para un gasto suplementario de energía. Esta situación neurofisiológica de activa­ción se localiza a nivel de los mecanismos  de control córtico­subcorticales, fundamentalmente  en  la  formación  reticular. También se producen una serie de cambios  fisiológicos periféricos mediatizados por el sistema nervioso vegetativo  (eleva­ción del tono simpático) y por la activación del eje hipotálamo­-hipofiso-adrenal.

Todos estos cambios son normales  y deseables ya que son adaptativos en respuesta a situaciones de ESTRÉS, y sólo si son utilizados ante situaciones nimias o duran  más de lo debido deben ser conceptualizados como anormales, ya que suponen una situación  de sufrimiento innecesario.

La frecuencia de los trastornos de ansiedad es elevada y se calcula que el 25% de los pacientes que acuden a la consulta de un médico general sufren ansiedad aunque sólo el 25% de estos lleguen al psiquiatra.

Se reconoce desde hace tiempo que cierta cantidad de ansiedad es deseable y necesaria para mejorar la eficacia en la resolución de problemas, aspecto este invocado  por  las empresas en  su  intento de  justificar  cierto  tipo  de  presión laboral  que someten a sus empleados; sin embargo llegado a un punto  los aumentos de motivación y de ansiedad hacen caer drástica­mente los rendimientos, estando ya en el terreno  de la patolo­gía.

Formas Clínicas de la Ansiedad

Trastorno de angustia: presencia de crisis de ansiedad (una o  más), inesperadas o desencadenadas por situaciones  estre­santes.

Trastorno por estrés postraumático: cuando el individuo ha estado sometido a una experiencia sumamente angustiante, que supera la capacidad de adaptación normal de la persona humana, y que supone una grave amenaza para la propia vida o integridad física.

Trastorno de ansiedad generalizada: en esta variante de los trastornos de ansiedad el individuo presenta como síntomas más significativos ansiedad y preocupación constantes y excesivas por cuestiones de menor relevancia e incluso banales; por ejemplo, una quiebra económica inexistente o la salud de los hijos.

Trastorno adaptativo con estado de ánimo ansioso: se caracteriza por una reacción desadaptada a un estrés identificable, que da lugar a cierto grado de incapacitación para la vida laboral o social, produciendo síntomas excesivos respecto de la reacción normal esperable.

Trastornos Depresivos derivados del Mobbing

Otra de las complicaciones del Mobbing es la aparición de una enfermedad derpesiva, siendo esta una enfermedad importante por la gran limitación e invalidez que produce en el que la sufre y también por el severo deterioro familiar y social que origina en el entorno del paciente.

La ansiedad y la depresión son las dos complicaciones psicopatológicas más importantes del Mobbin o acoso laboral.

Otros Trastornos derivados del Mobbing

• Trastornos del ritmo y estructura del sueño
• Psicosis agudas
• Trastronos del control de los impulsos
• Trastornos sexuales

Extracto del libro. Acoso Laboral. ¡Mobbing!. Psicoterrrorismo en el Trabajo

Artículo de: Dr. José Carlos Fuertes Rocañín
Psiquiatría